Fibrosis dermicas

FIBROSIS, ESCLEROSIS, DESMOPLASIA, FIBROPLASIA & FIBROSIS CICATRIZAL, HIALINIZANTE, ESTORIFORME?

Responsabilidad del tema:

No solamente los fibroblastos son capaces de producir colágena.

Otros tipos celulares como los miofibroblastos, los dendrocitos, las células mioepiteliales e incluso las células epiteliales y los melanocitos son capaces, de forma directa o estimulando a otras células, de elaborar colágena asi como material intersticial no fibrilar y por tanto de producir fibrosis. En parte, la morfología del producto final elaborado puede revelar el mecanismo de producción y por tanto la naturaleza histopatológica del proceso en el que se produjo la elaboración.

Los patólogos hemos usado diferentes términos para denominar distintas formas de fibrosis. Estos términos no están bien definidos ni siquiera en diccionarios médicos especializados. Los términos de fibrosis, esclerosis, fibroplasia o desmoplasia se utilizan por algunos patólogos como sinónimos, mientras que otros les dan diferentes significados. El reconocer distintas formas de fibrosis y denominarlas de manera diferente, tiene, a mi juicio, interés diagnóstico en Dermatopatología.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, tiene una serie de características que la hacen única, como el encontrarse dispuesta en la interfase organismo-medio ambiente, lo que la lleva a estar en contacto con el exterior, con todas las consecuencias que esto significa. También, la piel presenta una variedad de tejidos con células completamente diferenciadas como son los queratinocitos de la capa granular y de transición, así como los adipocitos en su región más profunda y algunas clonas de fibroblastos, en la dermis, que anteriormente eran llamados fibrocitos.

Que por cierto, ahora las células que llevan esa denominación son caracterizadas por expresar actividad fibroblástica (recambio de matriz extracelular, MEC), pero también actividad monocitoide; es decir, que simultáneamente se comportan con linaje inmunológico y/o expresan marcadores de superficie celular de este sistema.

Y si bien la piel en condiciones normales presenta un recambio balanceado y continuo de la MEC (recambio de matriz extracelular, MEC) , cuando ocurre algún daño y éste se mantiene sin resolver, o si el individuo expresa alguna anomalía de carácter genético como la cicatriz queloide o enfermedad autoinmune como algunas patologías de la colágena (v.gr. escleroderma), entonces tanto la síntesis como la degradación de la matriz se ven alteradas y se sobreexpresan moléculas extracelulares de depósito con propiedades fibrosantes como las colágenas tipos I y III, la fibronectina, etc. Y para ello, se requiere de una cascada intensa de señales humorales y celulares responsables de la activación de células mesenquimatosas quienes no sólo participarán en el depósito de la matriz, sino que también emitirán señales solubles que participarán de manera autócrina, parácrina e incluso endócrina en el proceso.

La fibrosis comienza con la activación local (en este caso cutánea) de diferentes sistemas. Esto es la activación de los vasos sanguíneos de la región por medio de la sobreexpresión de moléculas de adhesión celular como la E-selectina o también llamada molécula de adhesión de los leucocitos al endotelio, quien favorece el rodamiento de los leucocitos activados por la pared del vaso en la zona de gradiente de actividad inflamatoria; la molécula de adhesión celular vascular, junto con la molécula de adhesión intercelular, que son otro tipo de receptores que anclan a los leucocitos al endotelio y que permiten la diapedésis

La fibroplasia, por su parte, consta de los componentes provenientes de los fibroblastos, donde cada uno de los componentes de la MEC se clasifica de acuerdo con sus propiedades fisicoquímicas y fisiológicas. De tal forma que existen proteínas fibrosas de dos tipos: las estructurales, principalmente como la colágena y la elastina, y las que participan en la adhesión como la misma colágena, la fibronectina, la laminina y la tenascina; ambas clases se encuentran en variedad de tamaños y formas, que se derivan de la expresión de diferentes genes y constituyen familias de proteínas.

La MEC, se manifiesta como un proceso multifactorial, el cual solamente se altera durante los procesos de inflamación, tumorigénesis y reparación, dada la presencia de células activadas capaces de secretar citocinas en proporciones mayores a las basales o de expresar otras que no estaban presentes, además de la presencia de células efectoras residentes, generalmente mesenquimáticas, que modifican la síntesis de los componentes de la matriz y de las enzimas Krötzsch 151 encargadas de regular su recambio, que si bien, no son parte de la MEC misma, sí participan en la degradación de sus componentes. Por otro lado, se sabe que existen interacciones entre la matriz y algunas citocinas, lo que la hace un reservorio de factores multifuncionales, que conlleva a una regulación todavía más compleja, ya que cuando se presenta un daño en el tejido conjuntivo, se liberan, además de varias citocinas, péptidos biológicamente activos que contienen dominios semejantes a los factores mismos, lo que induce su participación en esta intrincada red de estímulos positivos y negativos, teniendo tanta variedad de células blanco, como de receptores expresados en la superficie de las mismas.

Es de esta manera que el fenómeno de la fibroplasia es regulado por una gran variedad de factores, donde si bien se produce una gran cantidad de componentes de la MEC, principalmente colágenas, también se observa la incorporación de fibras de colágena residentes en la zona del daño y sus alrededores. Es decir, la matriz comprende fibras de neosíntesis además de las depositadas en la dermis antes del daño o la activación. Para ello, los fibroblastos y miofibroblastos (que son un grado de diferenciación terminal de un grupo de células mesenquimatosas fibroblásticas) sintetizan y secretan diferentes moléculas de la MEC, lo anterior se lleva a cabo a través de su estimulación por queratinocitos, macrófagos, células endoteliales, fibrocitos, etc., por medio de la liberación de citocinas fibrogénicas.

Las causas para la formación de una secuela fibrosa o cicatriz patológica pueden ser varias; por ejemplo la extensión del daño es un factor que promueve la inflamación crónica.

Pero además si la lesión traumática cursa con hipoxia o infección o presencia de un cuerpo extraño o si se generó en contra de las líneas de tensión de la piel, entonces se presenta una dehiscencia y el daño tendrá que cerrar de segunda intención lo que también promueve la inflamación crónica y conduce a la patología conocida como cicatriz hipertrófica. Más aún, si el paciente presenta cierta predisposición a exacerbar el depósito de matriz, también se deriva una patología similar a la anterior conocida como cicatrización queloide, donde la diferencia con la cicatriz hipertrófica reside en algunas sus características morfológicas, bioquímicas y genéticas